UN ARTÍCULO INTERESANTE:
Pensamientos
en voz alta en tiempos de Pandemia.
Nuestro
planeta azul también llamado Gaia, en honor a la diosa griega que da nombre a
la Tierra, se comporta según los ecologistas como un superorganismo, un sistema
altamente organizado, donde la vida, el componente diferenciador que lo
distingue dentro del sistema solar, se autorregula mediante condiciones como la
temperatura, la salinidad de los océanos, la composición de la atmósfera o los
propios organismos que forman la Biosfera. En el superorganismo de Gaia hay
sistemas que permiten esa autorregulación, que permiten mantener las
condiciones para la vida en unos márgenes muy constantes, en una especie de
homeostasis, parecida a los sistemas que nos permiten mantener reguladas las
condiciones de la vida a cada ser vivo, incluido nosotros mismos.
Cronologicamente
el 11 de marzo de 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que el coronavirus causante del
Covid 19, ya podía definirse como pandemia, este nivel de alerta no define la
virulencia de la enfermedad producida por el virus, sino su extensión
geográfica planetaria.El relato de los medios de comunicación nos repetía sin
parar miles de teorías desde las conspiranoicas hasta las que indicaban que la
enfermedad había comenzado en un mercado
de Wuham, donde se sacrificaban todo tipo de animales a la vista, sin el
más mínimo sentido de la compasión. Aparentemente el virus pasó al hombre
através de animales exóticos como murciélagos o pangolines, la naturaleza nos
devolvía el golpe de tanta destrucción del Ecosistema.
Podríamos
decir que Gaia respondía a la codicia
del hombre, se tomaba revancha de la
mayor especie destructiva del medio ambiente, nos habíamos convertido en un
virus, que estaba generando en la Tierra la sexta extinción masiva de especies
animales. Esta vez no se trataba ni de meteoritos, ni de cambios climáticos ni
de ningún otro fenómeno de carácter natural.
Los
responsables, en este caso, eramos nosotros mismos los humanos,que habíamos
llevado a la Tierra a su sexta oleada de extinción masiva.
El "rey
de la creación", había abierto la caja de Pandora de todos los males, el
Caos se avecinaba como cruel maleficio que se extendería como mancha de aceite
por toda la humanidad, sembrando muerte a su paso sin distinción de raza ni
condición social.
Pandemonium
mundial, distopías del caos.
Pandemonium
era la ciudad y capital imaginaria del reino infernal, invención del escritor
John Milton en su memorable obra del "Paraíso perdido" de 1667, fue
contruída por ángeles caídos por indicación del demonio de la avaricia Mammón,
y podría establecerse un paralelismo con nuestros días en ésta atribulada
Tierra.
Ese ser
oscuro, siguiendo el guión de la obra del escritor inglés, se alía con otros
ángeles del mal como Satanás y Belcebú para luchar contra las huestes de Dios.
La ciudad era imponente, sobrepasaba en tamaño a cualquier lugar habitado por
humanos, no existía ningún palacio hecho por hombres que pudiera hacerle
sombra, sin embargo era pequeña para las legiones de demonios y tenían que
aumentar su inconsensurable tamaño sin parar, pues no cabían todos en ella.
En la Edad
Media, Mammón fue personificado comúnmente como el demonio de la avaricia, de
la riqueza y de la injusticia. Según el texto, fue el encargado de sembrar en
el hombre la codicia de excavar la tierra para extraer de ella sus tesoros. Una
buena metáfora para describir nuestros tiempos actuales, de concentración de
riqueza ilimitada, de desigualdades y pobrezas indignantes.
Antecedentes
de la Pandemia de Gripe Porcina, el diablo vuelve a meter la cola
Es
importante recordar que la anterior declaratoria de pandemia, antes de la
actual Covid 19, realizada por la (OMS) fue en 2009 con la expansión de la
influenza AH1N1 (Gripe Porcina), el miércoles 11 de Junio de ese año, esa
organización dependiente de Naciones Unidas, la clasificó como de nivel alerta
seis, es decir pandemia en curso.
Gran
cantidad de artículos en su momento criticaron el manejo político de la
denominada gripe porcina, por parte de la OMS, como de los ministerios de salud
de muchísimos países, por la alerta sanitaria mundial que se genero falsamente,
así como los intereses económicos que determinaron la definición de pandemia,
vacunación y antivirales.
El Consejo
de Europa investigó sobre la implicancia de la OMS y la influencia de la
industria farmacéutica, sostenía que el alerta de pandemia fue impulsado por
las empresas farmaceúticas para recuperar las inversiones que habían realizado
en investigación.
El
epidemiólogo Dr. Wolfgarg Wodarg, quien fue presidente de la subcomisión de
salud del Consejo de Europa, que promovió la investigación, acusó a esta
"Farmafia" de " organizar una psicosis": enunció
que"se ha querido utilizar nuevos productos patentados en lugar de poner a
punto vacunas según los métodos tradicionales de fabricación, mucho más
simples, fiables y económicos. No hay para ello ninguna razón médica,
unicamente cuestiones de marketing".
Los otros
virus de la Extrema derecha y el Yihadismo.
La pandemia,
por otra parte ha dado dolor de cabeza a los expertos en terrorismo en los
últimos tiempos. Una gigantesca profusión de propaganda y de mensajes
extremistas en plataformas y canales digitales, tanto en los encriptados como
en los más populares y de uso común, ha estado ganando, a cuenta de la
Covid-19, nuevos adeptos para la extrema derecha más violenta y para el
yihadismo, con llamamientos a socavar el orden o el desorden mundial y
facilitar su destrucción para que surja uno nuevo, más cercano a sus ideales .
Estos son
otros de los males o virus reforzados en
tiempos de pandemia, además del malestar económico que nos acompañará por un
largo período. No está de más recordar que ambos virus de odio, se
retroalimentan y son funcionales al crecimiento de su supuesto opuesto.
No hay
ningún ocultamiento en el pensamiento de los defensores del cuanto peor, mejor.
Para los de extrema derecha, detrás del coronavirus están los chinos. Gran
amplificador de este mensaje fue el presidente norteamericano Donald Trump, Xi
Jimping presidente de la Rep popular China sería una nueva encarnación del
malvado Fu Manchú y su objetivo es la conquista del planeta, conjuntamente con
el no menos diabólico judío internacional George Soros, cerebro visible de los
poderes ocultos detrás de las bambalinas.
Todo es una
conspiración.Lo que de verdad se trata, es de aprovechar la oportunidad de
acelerar la decadencia del sistema actual.
Investigadores
particulares y centros de análisis como el CSIS de Washington, el ISD de
Londres,el ICG de Bruselas o la Comisión
Europea y la ONU han llegado a las mismas conclusiones sobre el incremento de
la propaganda extremista y sus amenazas.
Teóricos
europeos y norteamericanos coinciden en considerar la amenaza de la
ultraderecha con sus características a uno y otro lado del Atlántico como la
más evidente, ya que ha ido creando un caldo de cultivo al apuntar como
responsables del virus a inmigrantes, musulmanes y judíos.
Según el
Institute for Strategic Dialogue (ISD), de Londres, los seguidores de canales
supremacistas en Telegram aumentaron exponencialmente, y uno en concreto
dedicado a la Covid-19 registró un incremento de usuarios cercano al 1000% en
abril.La audiencia de los canales yihadistas también ha crecido con la
pandemia, a un nivel similar al que se registró tras los atentados de París,
Bruselas o Niza. En noviembre del 2019, Europol liquidó miles de cuentas en
Telegram del entorno de apoyo del Estado Islámico (EI), que tuvo que migrar a
otros canales, pero ahora ha vuelto a esa plataforma, y con fuerza.
La capacidad
del EI para ganar apoyos se ha extendido poderosamente debido a la descentralización de plataformas
en las que usan muchas más aplicaciones para difundir propaganda, inspirar a
otros, radicalizar y reclutar seguidores. Para la comunidad de inteligencia es
difícil seguirlos porque cada vez hay más y en más plataformas que antes, se trata de una amenaza severa.
A medida que
el EI busca ampliar su geografía, centrándose ahora mismo en varios países
africanos y en Asia con el caso específico de Filipinas, sus seguidores están
abriendo sus propios canales y grupos en sus lenguas locales. Aunque el árabe
sigue siendo dominante, hay más idiomas en juego y abarcan todas las redes de
apoyo. Las noticias oficiales se generan en árabe pero ahora hay más seguidores
que las traducen y divulgan.
Hace un
tiempo, Omar Mohamed, antes conocido como Mosul Eye, el hombre que transmitía
al mundo lo que ocurría en la ciudad iraquí ocupada por Estado Islámico, decía
:" esta es la era del califato digital… Pueden atacar en cualquier parte.
Ahora son más peligrosos”. . El nuevo califa, Abu Ibrahim al Hasimi, es
mencionado muy rara vez, sobre todo
cuando se anunció su nombramiento en octubre pasado, por lo que se interpreto
que tiene una posición y un liderazgo diferente en comparación con Al Bagdadi.
Al Hashimi es el jefe de un movimiento global más que de un proyecto de Estado.
Europa, sin
embargo, no parece ser ahora mismo el objetivo prioritario de Estado Islámico
sino su expansión por territorios hasta ahora periféricos, como África o
Filipinas. Una contabilidad del observatorio estadounidense SITE habla de 80
ataques recientes en nueve países.En Irak, Estado Islámico ha estado golpeando
en los últimos meses a las fuerzas de seguridad y a las milicias chiíes en
diversos y cruentos ataques. No es algo que tuviera que ver con el virus pero
el momento ha sido propicio, al demostrar actividad en plena pandemia. Ésta, en
opinión de Rita Katz, directora de SITE, “representa muy buenas oportunidades
para el reclutamiento”. Las condiciones en Siria de sus 10.000 excombatientes
en las cárceles kurdas y de cerca de 66.000 personas, mujeres y niños, que
siguen hacinadas en el campo de Al Hol sin una mínima salubridad y con escasos
suministros, son utilizadas estos días por los yihadistas en su propaganda,
haciendo llamamientos a liberarlos a todos. Y, por supuesto, Estado Islámico
acusa a los estados árabes de ineficiencia en la lucha contra la Covid-19.
El
secretario general de la ONU, António Guterres, formuló serias advertencias a
finales de abril en un encuentro sobre juventud, paz y seguridad. Recordó que
ya antes del coronavirus “uno de cada cinco jóvenes no estaba recibiendo
educación ni preparación para trabajar o carecía de un empleo, y uno de cada
cuatro está afectado por situaciones de violencia o conflicto” osea la friolera
suma de 400 millones. La pandemia agravará mucho más esta situación. Los
extremistas, aprovechan los estados de confinamiento, en que los jóvenes pasan
más tiempo que nunca conectados a medios electrónicos, para expandir el odio.
Un “tsunami de odio y xenofobia”, insistía días posteriores Guterres.
El
observatorio The Soufan Center ha apuntado a este respecto que los extremistas
tienen también como objetivo a los jugadores en red los Gamers , que son 1.800
millones de personas en el mundo. A finales de marzo las ventas de videojuegos
se incrementaron un 43% en una semana, mientras que en el área poco explorada
de los criptojuegos que se pagan en criptomonedas, su consumo subió casi un 50%
ese mes, con unos 400.000 usuarios activos. Aunque en el pasado Al Qaeda había
echado mano con habilidad de los videojuegos, ahora parece ser que neonazis y
supramacistas blancos son los que están sacando partido de ellos. Mismos
métodos, mismos objetivos para pensamientos supuestamente alejados, pero que
apuntan al caos y destrucción de la convivencia de nuestra sociedad.
La extrema
derecha a nivel planetario, como el virus del Covid 19,está atacando el núcleo
mismo de la democracia. Cada comentario lleno de odio dirigido a refugiados,
mujeres, judíos, extranjeros, y" otros distintos" , es un ataque al
orden democrático que habitamos. Es por esto que la mayoría de la sociedad
debería mostrar una genuina solidaridad y respeto por el "otro".
Porque hemos aprendido de la historia que puede haber un tiempo en el que no
haya nadie que pueda intervenir si este odio continúa enconándose y creciendo.
Son tiempos
claves para la Humanidad, tiempos de crisis y de oportunidades, de
replantamientos ante desafíos monumentales en los campos económicos, sociales,
culturales, ecológicos que pueden determinar nuestro devenir como especie, en
este insignificante grano azul que
habitamos "flotando" en la vastedad del Universo, al que llamamos
Tierra.
Omar El
Hakeh es Lic en Relaciones INternacionales, Master por la Fundación CIdob,
miembro del Centro Euroárabe de Cataluña y de la Asociación Junts de Judíos y
Palestinos.
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